martes, noviembre 13, 2007
Quemando cromo
El Neuromante de Gibson no me gustó. Cuando lo compré hace ya unos doce años(¡!) esperaba mucho de él, casi no lo acabo y nunca entendí muy bien el porqué de su fama.
Supongo que en los ochenta sería muy novedoso, no lo se, a mi me pareció confuso y sin ideas.
Nunca me ha gustado el cyberpunk. Creo que porque en el fondo la plantilla es siempre la misma y porque la ambientación lo es todo, no hay ninguna idea detrás. Tecnología por tecnología, vocablos hi-tech sin sentido y poco creíbles, con personajes que podrían ser perfectamente los mismos de un autor a otro.
Solo envoltura, con el mismo papel, sin sorpresas dentro, cansino por la repetición.
Aun así, siempre he tenido la impresión de que tal vez no leyera el Neuromante en el mejor momento, que tal vez se me escapara algo o que tal vez era demasiado joven para apreciarlo.
Por eso decidí dar una nueva oportunidad a Gibson (me decepcionó tanto su "obra maestra" que no volví a leer nada mas de él) y compré Quemando Cromo.
La impresión es casi la misma. Frases confusas por tanta metáfora tecnológica, tanta jerga sin definir, y la misma plantilla repetida una y otra vez en cada cuento.
Eso si, todo impregnado de un romanticismo y una melancolía extrema que forma una parte mas de la ambientación. Pero las historias vuelven a fallar de lo mismo, que casi no son historias, son excusas para describir un mundo que ya dejó de ser original en los ochenta. Es una pena, porque Gibson es muy hábil trasmitiendo la tristeza, la melancolía y la lucha de sus personajes por la aceptación de los desenlaces finales de sus historias. Pero toda esa magia que desprende se estropea cada vez que habla de gadgets tecnologicos sin venir a cuento que te obliga a releer una y otra vez frases sin sentido.
Escuchando lo último de SITD. Acumulando quehaceres.
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