lunes, marzo 13, 2006

Leyendo

El hombre es una criatura dividida, no la llama nítida y pura que tú eras antes. El intelecto a menudo combate con las emociones, la voluntad con los deseos...los ideales están reñidos con el medio, y quien los sigue deplora la pérdida de lo antiguo...pero si no los sigue, lamenta haber traicionado un sueño noble y nuevo. Cualquiera de sus actos entraña a la vez una pérdida y una ganancia, una llegada y una partida. Siempre añora lo que se fue y en parte teme lo que está por venir. La razón se opone a la tradición. Las emociones se oponen a las restricciones impuestas por sus semejantes. Siempre, de la fricción de esas cosas, resulta eso que con sorna llamaste la maldición del hombre: la culpa.

Diálogo de Siddharta con Taraka de los Rakasha, Señor del Infierno.

El señor de la luz, Roger Zelazny.

1 comentario:

morgan dijo...

¿culpable o inocente?
Todos somos presuntos inocententes hasta que se demuestre lo contrario.
Cuando la culpa nos apunta con su dedo índice; mmm, hay que desafiarla? o.. basta un propósito de enmienda?